El precio de los huevos sigue subiendo: ¿qué está detrás de este fuerte aumento? Causas, consecuencias y perspectivas del mercado

El precio de los huevos en España ha subido un 25% en solo un mes, pasando de 2,07-2,10 euros a 2,60 euros por docena. Este aumento se debe a factores como la crisis de gripe aviar en Estados Unidos, la escasez de oferta, las normativas europeas sobre bienestar animal y el encarecimiento de los costes de producción. Además, el comportamiento del consumidor y la demanda internacional contribuyen a la presión sobre los precios. Se prevé que la producción aumente con la primavera, aunque los precios podrían seguir altos a corto plazo.
Huevos subida: Imagen © Ibeconomia.com 2025

En un contexto de tensión inflacionaria generalizada, uno de los productos más básicos de la cesta de la compra se ha convertido en protagonista: los huevos. Según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el precio de la docena de huevos de tamaño M ha subido un 25,2% en tan solo un mes, pasando de costar entre 2,07 y 2,10 euros en febrero a los actuales 2,60 euros en marzo. Esta brusca subida ha encendido las alarmas entre consumidores y sectores como la hostelería y la industria alimentaria, para quienes este producto es esencial en su operativa diaria.

Una tormenta perfecta en el mercado del huevo

Desde ERA Group España, firma especializada en la gestión de costes y proveedores, explican que este incremento responde a una combinación de factores estructurales y coyunturales. La crisis de la gripe aviar en Estados Unidos ha obligado al sacrificio de millones de aves, reduciendo drásticamente su capacidad de producción y generando una demanda extraordinaria de importaciones. Aunque el huevo es un producto típicamente de consumo local, el desequilibrio global está repercutiendo en Europa, donde países como España, tercer mayor productor comunitario, comienzan a recibir peticiones de exportación para abastecer el mercado estadounidense.

“España no cuenta con excedentes de huevos, por lo que cualquier desviación de producto al extranjero reduce la oferta disponible para el mercado interno, presionando los precios al alza”, explica Carlos Franco, socio de ERA Group. A ello se suma un segundo bloque de factores, más estructurales, que también están afectando al coste de producción.

NorERA Groupmativas, costes energéticos y alimentación animal

Las nuevas normativas europeas sobre bienestar animal, que limitan la cría en jaulas, han obligado a muchas granjas a transformar sus instalaciones, una inversión que repercute en los costes finales. Además, el encarecimiento de la energía, los piensos y los tratamientos sanitarios para las aves agrava aún más el escenario. El resultado: una cadena de suministro encarecida desde su primer eslabón.

A este panorama se añade un fenómeno psicológico que ya hemos visto en crisis anteriores: el comportamiento defensivo del consumidor. “Cuando la población ve subidas abruptas en productos esenciales, tiende a acaparar, lo que genera una presión adicional sobre la demanda. Es un efecto bola de nieve”, subraya Franco.

Impacto directo en hostelería y alimentación

El encarecimiento del huevo tiene efectos secundarios que se extienden más allá del hogar. Panaderías, pastelerías, fabricantes de pasta, obradores de productos preparados y, por supuesto, bares y restaurantes, se enfrentan a un dilema: asumir el coste o trasladarlo al consumidor. En muchos casos, se están buscando alternativas de eficiencia o reformulaciones de productos para minimizar el impacto sin comprometer la calidad.

“Las empresas deben trabajar en estrategias de ahorro inteligentes, ya que los precios no van a caer de forma inmediata. La historia nos demuestra que los alimentos suben en ascensor, pero bajan por la escalera”, añade el experto.

¿Qué esperar en los próximos meses?

A corto plazo, la llegada de la primavera podría suponer un alivio parcial: con el aumento de horas de luz y mejores condiciones, las gallinas tienden a incrementar su producción de forma natural. Sin embargo, los expertos coinciden en que será difícil volver a los precios previos a esta crisis en el corto plazo.

Desde la OCU y otras asociaciones de consumidores se insiste en la necesidad de una mayor transparencia en la cadena de valor del huevo y se reclama a las autoridades un mayor control para evitar abusos o especulación en el mercado.

En definitiva, el huevo sigue siendo un alimento asequible, pero su encarecimiento refleja las tensiones globales que afectan incluso a los productos más básicos. Y lo que hoy es un huevo más caro, mañana puede ser un pastel más costoso o una tortilla menos accesible.

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