A pesar de los importantes avances registrados en los últimos años, la participación de la mujer en el mercado laboral español continúa marcada por desigualdades estructurales que limitan su pleno desarrollo profesional y económico. Si bien las estadísticas muestran una mejora en los niveles de empleo femenino, persisten barreras significativas en términos de calidad del empleo, corresponsabilidad en los cuidados y representación en puestos de liderazgo.
Evolución reciente del empleo femenino
Según los últimos datos de la Seguridad Social, en 2024 se alcanzó un récord histórico con más de 10,1 millones de mujeres afiliadas, lo que representa el 47,4 % del total de personas ocupadas en España. Esta cifra refleja un aumento constante de la presencia femenina en el ámbito laboral, impulsada por la recuperación económica y diversas políticas públicas orientadas a la igualdad de género. Cabe destacar que el 54 % del empleo generado en 2024 correspondió a mujeres, y la tasa de desempleo femenina se situó en mínimos históricos desde 2008.
Brechas persistentes: salarial, horaria y de cuidados
No obstante, los indicadores también ponen de manifiesto la persistencia de desequilibrios relevantes. La brecha salarial de género, que actualmente se sitúa en el 18,4 %, continúa siendo uno de los principales retos para la equidad laboral. Esta diferencia responde no solo a la menor presencia femenina en sectores mejor remunerados, sino también a la alta incidencia del empleo a tiempo parcial, que afecta mayoritariamente a mujeres (74 % de quienes trabajan con este tipo de contrato).
Asimismo, la desigual distribución de las tareas de cuidados sigue condicionando las trayectorias laborales femeninas. El 27,9 % de las mujeres inactivas declaran no buscar empleo por dedicarse a labores del hogar o al cuidado de familiares, frente a tan solo el 6 % de los hombres. Esta asimetría incide directamente en la tasa de actividad, en la continuidad laboral y en las posibilidades de promoción profesional de las mujeres.
Subrepresentación en puestos de liderazgo
Otro ámbito donde las desigualdades son notorias es el acceso a posiciones de decisión. A pesar de representar casi la mitad de la fuerza laboral en los niveles iniciales, las mujeres ocupan únicamente el 34,5 % de los cargos directivos, una proporción que ha disminuido ligeramente en los últimos dos años. La brecha se amplía en los niveles ejecutivos, donde la presencia femenina se reduce al 24 %, lo que refleja un techo de cristal aún muy presente en el tejido empresarial español.
Riesgo de pobreza y exclusión social
La desigualdad económica también se manifiesta en el ámbito social. De acuerdo con recientes informes, el 27,2 % de las mujeres en España se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, una proporción superior a la de los hombres (24,8 %). Este dato revela la vulnerabilidad estructural de muchas mujeres, especialmente de aquellas con empleos precarios, escasa formación o responsabilidades familiares no compartidas.
Comparativa internacional: los países más y menos igualitarios en el ámbito laboral
La situación de las mujeres en el mercado laboral español no puede entenderse en aislamiento. El análisis comparado permite contextualizar los avances y retos nacionales en relación con otras economías desarrolladas.
Según el Informe Global de Brecha de Género 2024 del Foro Económico Mundial, los países más igualitarios en términos de participación y oportunidades económicas para las mujeres son:
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Islandia: lidera el ranking global por 15º año consecutivo, con una paridad laboral cercana al 80 % y una alta representación femenina en cargos directivos y políticos.
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Noruega, Finlandia y Suecia: mantienen altos niveles de igualdad, gracias a sus políticas de conciliación, bajas parentales compartidas y estructuras de protección social robustas.
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Nueva Zelanda y Irlanda: destacan por la reducción de la brecha salarial y el acceso equitativo a posiciones de liderazgo.
En contraste, entre los países desarrollados con mayores desigualdades de género en el mercado laboral se encuentran:
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Japón y Corea del Sur: con brechas significativas en salarios, baja representación femenina en altos cargos y una cultura empresarial tradicional que limita la conciliación.
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Turquía y Grecia: presentan tasas de actividad femenina notablemente más bajas y escasa inversión en servicios de cuidado infantil.
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Italia: a pesar de pertenecer a la UE, arrastra importantes brechas en participación laboral femenina, con fuertes diferencias regionales y un escaso acceso a servicios de apoyo familiar.
En este contexto, España se sitúa en una posición intermedia dentro del conjunto de países de la OCDE: ha experimentado avances considerables en las últimas décadas, pero aún enfrenta desafíos estructurales que dificultan la igualdad plena entre mujeres y hombres en el ámbito económico.
Diez profesiones con alta representación femenina y creciente liderazgo
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Salud y cuidados sanitarios
Las mujeres representan más del 70 % del personal sanitario mundial, especialmente en enfermería, obstetricia y medicina general. También están ganando terreno en especialidades médicas tradicionalmente masculinizadas. -
Educación
En niveles como infantil, primaria y secundaria, la presencia femenina es mayoritaria. Las mujeres docentes también lideran iniciativas pedagógicas y programas de innovación educativa. -
Psicología y trabajo social
Las mujeres dominan claramente estas profesiones, aportando no solo mayor representación, sino también liderazgo académico e institucional. -
Recursos Humanos
Se han consolidado en roles clave de gestión del talento, desarrollo organizacional y diversidad corporativa, con una alta presencia en posiciones directivas del sector. -
Comunicación y marketing
En estas áreas, las mujeres ocupan cada vez más cargos estratégicos, liderando campañas globales, departamentos de marca y transformación digital. -
Diseño y moda
Tanto en la dirección creativa como en la gestión empresarial del sector, las mujeres han alcanzado posiciones destacadas a nivel nacional e internacional. -
Investigación biomédica
Aunque con obstáculos, las mujeres lideran numerosas líneas de investigación en biotecnología, farmacología y genética, y ocupan posiciones clave en organismos internacionales. -
Emprendimiento social
Las mujeres impulsan una proporción significativa de proyectos empresariales con impacto social y ambiental, destacando en innovación sostenible y economía circular. -
Justicia y abogacía
El número de juezas, fiscales y abogadas ha crecido notablemente en los últimos años, superando en muchos países el 50 % del total en ejercicio profesional. -
Tecnología educativa (EdTech)
Aunque el sector tecnológico sigue masculinizado, las mujeres han emergido con fuerza en startups de educación digital, metodologías de aprendizaje y contenidos interactivos.
El progreso en materia de participación femenina en el mercado laboral español es innegable. Sin embargo, para consolidar una verdadera igualdad de oportunidades, resulta imprescindible avanzar en políticas que promuevan la corresponsabilidad en los cuidados, el acceso equitativo a puestos de responsabilidad y la erradicación de la brecha salarial. Solo así se podrá construir un mercado de trabajo más inclusivo, justo y eficiente desde el punto de vista económico y social.
En España y en muchos países del mundo, no solo han conquistado espacios tradicionalmente masculinizados, sino que también han consolidado su liderazgo en profesiones clave, transformando las dinámicas del trabajo y aportando una visión más inclusiva, empática e innovadora. A continuación, destacamos diez profesiones donde el talento femenino no solo predomina, sino que marca tendencia.