La actividad de la industria de cruceros en el puerto de Palma generó 520 millones de euros en las Islas Baleares y contribuyó a la creación/mantenimiento de más de 4.300 puestos de trabajo a jornada completa en 2018, tal y como se desprende de un estudio realizado por la consultora Deloitte para la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) en España. En 2018 se contabilizaron 594 escalas en el puerto de Palma.
Así, y según recoge la citada investigación, el gasto medio de un crucerista en tránsito se situó en 80,3 euros, mientras que el del pasajero que embarca y desembarca en Palma y visita la isla en 238,4 euros. Este se concentra en cinco áreas: transporte, hospedaje, restauración, ocio y cultura, así como comercio.
Estas magnitudes suponen que la aportación económica de los cruceristas represente el 73 % del total del impacto económico de la industria. Mientras, el restante 27 % incluye partidas como el gasto generado por los miembros de la tripulación durante el tiempo de escala o las relacionadas con los costes portuarios.
Por otro lado, el informe destaca el efecto multiplicador de la industria y su transversalidad, es decir, la capacidad para activar sectores de muy distinta índole. En este sentido, el estudio recoge que cada euro invertido en partidas vinculadas con la industria de cruceros en Palma, genera en las Islas un impacto económico de 2,45 euros.
Esta cantidad contempla tanto el impacto generado de forma directa (derivado de los gastos en los que incurre la propia organización) como el indirecto (derivado de la adquisición de bienes y servicios a toda la cadena de valor realizada por los proveedores). Igualmente, contempla el impacto inducido (derivado de la adquisición de bienes y servicios por parte de los hogares, una vez que se han distribuido los ingresos).
Este estudio elaborado por Deloitte pone de manifiesto una vez más que la industria de cruceros es un motor económico, así como su peso destacado a la hora estimular actividades de diversa naturaleza.
Por su parte, el director de CLIA en España, Alfredo Serrano, considera que las cifras recogidas en el estudio “dejan patente cómo la industria de cruceros contribuye al desarrollo económico y social de las Islas Baleares, siendo especialmente importante no solo las magnitudes, sino la capacidad de la industria para estimular a numerosos sectores, generando riqueza de forma transversal a la vez que favorece e impulsa el desarrollo sostenido y sostenible del sector”.
Además, Serrano apunta que este estudio “aporta datos que hablan de la calidad del turismo de cruceros, que deben tenerse en cuenta a la hora de valorarlo, y muy especialmente cuando hablamos de tantos puestos de trabajo que dependen en mayor o menor medida del sector”.
Metodología: el modelo Input-Output
Para realizar este estudio, Deloitte se ha basado en el modelo econométrico Input-Output, creado por el Premio Nobel W. Leontief.
Este representa la interdependencia entre las diferentes ramas de las economías nacionales, aportando una representación esquemática de las relaciones que determinan la producción y circulación de bienes y servicios entre los diferentes sectores / industrias.
Se desarrolla a través del cálculo de un conjunto de multiplicadores que se realiza por medio de una compleja matriz que representa las relaciones entre los sectores / industrias locales.
Así, y a partir de los flujos financieros que una organización introduce en la economía local, los multiplicadores permiten estimar su impacto económico y en la generación de empleo en la economía nacional con respecto a los diferentes sectores / industrias.