La falta de vivienda como un problema apremiante ha llevado a las autoridades a considerar la transformación de locales comerciales en viviendas, desencadenando un apasionado debate debido a sus pros y contras
Los Pros:
En las calles principales y en los corazones de los vecindarios, los locales comerciales vacíos se han convertido en una vista demasiado común. Transformar estos espacios en viviendas podría revitalizar áreas urbanas en declive. Sería una forma de rescatar estos espacios infrautilizados y darles un propósito renovado.
La falta de viviendas asequibles es un problema que afecta a muchas ciudades. La transformación de locales comerciales en viviendas podría aumentar significativamente la oferta de viviendas asequibles. Con más opciones disponibles, es posible que los precios de alquiler y compra comiencen a ceder, aliviando la presión sobre los bolsillos de los residentes.
Además, esta transformación podría diversificar el mercado de viviendas. Ofrecer opciones de vivienda en áreas que antes se consideraban únicamente comerciales podría fomentar la inclusión social y económica, brindando a una gama más amplia de personas la oportunidad de vivir en áreas deseables de la ciudad.
Desde una perspectiva ambiental, la reutilización de edificios existentes en lugar de construir nuevos puede reducir el consumo de recursos y minimizar la huella de carbono asociada con la construcción de viviendas nuevas.
Las Contras:
Sin embargo, la transformación de locales comerciales en viviendas plantea preocupaciones importantes. Los locales comerciales no están diseñados para la vida residencial, lo que podría resultar en espacios reducidos y carencia de luz natural. Esto podría afectar negativamente la calidad de vida de los residentes.
La seguridad y la salud también son cuestiones importantes. Estos locales no suelen cumplir con los estándares de seguridad y salud necesarios para la vida en una vivienda. Desde problemas de acceso de emergencia hasta sistemas de plomería obsoletos, los desafíos son numerosos.
La conversión de locales comerciales en viviendas también podría significar la pérdida de espacios para pequeños negocios locales, lo que podría afectar negativamente a la economía local y la comunidad en general. Además, es probable que se requieran cambios significativos en las regulaciones y la zonificación urbana, lo que podría ser complicado y llevar tiempo, además de enfrentar resistencia de grupos de interés.
Por último, no se debe subestimar el impacto en la identidad y la cultura de la comunidad. Cambiar el uso de los locales comerciales puede alterar la identidad de un vecindario al eliminar los negocios locales que a menudo son una parte integral de la vida de la comunidad.
En resumen, la transformación de locales comerciales en viviendas es una estrategia viable para abordar la falta de vivienda, pero debe abordarse con precaución y considerando los posibles impactos negativos en la calidad de vida, la seguridad y la comunidad en general. Las autoridades deben trabajar en estrecha colaboración con expertos en urbanismo y regulación para garantizar que esta transformación se realice de manera efectiva y beneficiosa para todos los involucrados.
Las Islas Baleares aprueba Decreto ley de medidas urgentes en materia de vivienda
En este sentido en una decisión que busca abordar la creciente preocupación por la vivienda en las Islas Baleares, el Consell de Govern ha aprobado recientemente un decreto que promete transformar el panorama de la vivienda en la región. Este decreto establece una serie de medidas destinadas a aumentar la oferta de viviendas disponibles a precios asequibles en los municipios de las Baleares, todo ello sin comprometer la expansión urbana.
El objetivo central del decreto es introducir una nueva categoría de vivienda conocida como «Vivienda de Precio Limitado» (HPL), que se creará principalmente a través de la acción gubernamental y no estará sujeta a los precios del mercado libre. Marta Vidal, la consellera de Vivienda, Territorio y Movilidad, ha explicado que la intención es clara: satisfacer las necesidades de vivienda de diversos grupos de la población en las Islas, sin necesidad de consumir más territorio y sin poner en riesgo las finanzas públicas, ya que se busca la colaboración del sector privado bajo regulaciones públicas.
Además de abordar la crisis de vivienda, el decreto también incluye medidas destinadas a luchar contra el alquiler turístico ilegal. Se pretende recuperar viviendas que actualmente se utilizan de manera clandestina con fines turísticos y devolverlas al mercado de la vivienda residencial.
Entre las medidas más notables se encuentra la posibilidad temporal de cambiar el uso de locales existentes, ya sean comerciales o administrativos, para convertirlos en viviendas de precio limitado (HPL). También se permitirá la subdivisión de viviendas existentes para crear nuevas viviendas HPL, lo que implica un aumento de las densidades máximas en edificios existentes y parcelas sin desarrollar destinadas a usos residenciales plurifamiliares y unifamiliares entre medianeras.
El decreto habilita la ampliación de la capacidad de construcción en altura en edificios existentes o parcelas con usos residenciales plurifamiliares permitidos, con el objetivo de crear más viviendas de precio limitado. Además, se permitirá la creación de viviendas en terrenos designados para equipamientos, tanto privados como públicos, con el fin de desarrollar nuevas viviendas de precio limitado o viviendas protegidas, respectivamente.
Una disposición interesante del decreto es la posibilidad de cambiar el uso de establecimientos turísticos obsoletos a residencial, con el objetivo de convertirlos en viviendas de precio limitado (HPL). También se extiende un régimen especial que ya existe para permitir la creación de viviendas protegidas en edificaciones inacabadas con licencia caducada, en estado ruinoso o inadecuadas, con el fin de recuperar estas estructuras y convertirlas en viviendas de precio limitado.
Además, el decreto contempla la cesión de terrenos de propiedad pública al sector privado para promover viviendas de protección y alojamientos dotacionales, ampliando el plazo máximo de concesión de concursos públicos de 50 a 75 años.
En última instancia, el decreto introduce la definición de alojamiento con espacios comunes complementarios, como el coliving y cohousing, para adaptarse a nuevos modelos de convivencia, como el de estudiantes o personas de la tercera edad. También desvincula las condiciones de habitabilidad de una edificación existente de su situación urbanística, facilitando así la obtención de cédulas de habitabilidad para viviendas que cumplan con estas condiciones, independientemente de la situación urbanística.
Este decreto representa un paso audaz en la búsqueda de soluciones para la crisis de vivienda en las Islas Baleares, promoviendo viviendas asequibles y sostenibles sin expandir el territorio urbanizado y fomentando la colaboración del sector privado bajo regulaciones públicas. Con él, se espera que un mayor número de personas tenga acceso a una vivienda adecuada y asequible en la región.
Requisitos y Pasos Bajo el Nuevo Decreto de Emergencia Habitacional
El próximo decreto ley que entrará en vigor en la semana que viene en las Islas Baleares permitirá la conversión de locales comerciales en viviendas, siempre y cuando se cumplan una serie de requisitos y procedimientos. Aunque hay aproximadamente 2,000 locales en Baleares, no todos serán elegibles para este cambio de uso.
La crisis de vivienda en las Islas Baleares se ha convertido en un desafío constante para los residentes debido a la oferta limitada y los altos precios de alquiler y compra de propiedades. Para abordar esta problemática, el Govern implementará un decreto de emergencia habitacional que permitirá cambios de uso, aumentos en la altura de los edificios y adaptación de locales para convertirlos en viviendas, entre otras medidas.
Sin embargo, es esencial destacar que no todos los locales podrán transformarse en viviendas. Actualmente, en Baleares, existen alrededor de 2,000 locales y naves, pero no todos cumplen con los requisitos necesarios para ser considerados habitables. Por lo tanto, antes de comprar un local, es crucial verificar que cumple con los requisitos para la conversión, según Pere Vendrell, CEO de la consultora inmobiliaria OCAI, cuyo objetivo es brindar claridad y seguridad en las transacciones inmobiliarias.
Para asegurar la habitabilidad de un local, se requerirá la evaluación de un arquitecto, que llevará a cabo un estudio de viabilidad basado en el Código Técnico de la Edificación (CTE) y la normativa urbanística vigente. Esto implica asegurarse de que el espacio cumpla con requisitos relacionados con la accesibilidad, salubridad, superficie mínima, iluminación, ventilación y otros aspectos. Algunos de los requisitos incluyen una superficie útil mínima de 40 metros cuadrados, una altura mínima de 2,5 metros entre el suelo y el techo, instalaciones para la salida de humos en baños y cocina, y una ubicación a nivel del suelo con una fachada exterior adecuada para la instalación de ventanas.
Además de la aprobación del arquitecto, se necesitará la aprobación de la comunidad de vecinos y la confirmación de que no existen restricciones en los estatutos de la comunidad o en la normativa local que prohíban la conversión a vivienda. Si los estatutos o las regulaciones locales lo prohíben, no se podrá realizar la transformación.
Una vez obtenidas todas las aprobaciones necesarias y completado el proyecto técnico de viabilidad, se deben seguir varios pasos con la Administración para transformar el local en vivienda. Esto incluye la aprobación del proyecto técnico por parte del Ayuntamiento, la obtención de un permiso de obras y el pago de tasas e impuestos municipales. También será necesario actualizar el registro catastral del inmueble para reflejar el cambio de uso. Además, se requerirá la obtención de la cédula de habitabilidad y el certificado de eficiencia energética.
Finalmente, al concluir la obra, se necesitará obtener la licencia de primera ocupación, que deberá presentarse ante el ayuntamiento junto con el certificado de final de obra y la declaración de alteración catastral.