Actualmente la Economía Azul representa el 1,5% del PIB de la Unión Europea y abarca sectores como el turismo costero y marítimo. La conservación de los ecosistemas marinos saludables será atractiva para los turistas, lo que generará oportunidades para los destinos y proporcionará empleo y crecimiento económico sin poner en peligro la integridad de los ecosistemas.
El potencial de los océanos y mares es inmenso, ya que cubren más del 70% de la superficie terrestre y albergan una riqueza de recursos naturales. Sin embargo, el uso insostenible y la sobreexplotación de estos recursos han llevado a problemas como la pesca excesiva, la contaminación marina y la pérdida de biodiversidad.
En este contexto, la Economía Azul se presenta como una alternativa que busca maximizar el valor económico de los recursos marinos, sin comprometer su preservación y bienestar. Esto se logra a través de la promoción de diversas actividades económicas que son respetuosas con el medio ambiente y se enfocan en el desarrollo sostenible.
Una de las áreas clave de la Economía Azul es la pesca sostenible. Es fundamental implementar prácticas de pesca responsable que permitan la recuperación de las poblaciones de peces y aseguren su reproducción. Esto se logra mediante la aplicación de cuotas de pesca, tallas mínimas de capturas y la creación de áreas protegidas que permitan la regeneración de especies en peligro.
Además de la pesca, el turismo costero y marítimo es otro componente importante de la Economía Azul. Los ecosistemas marinos saludables y bien conservados son atractivos para los turistas, generando oportunidades para los destinos y proporcionando empleo y crecimiento económico sin afectar negativamente al entorno.
Otro aspecto clave de la Economía Azul es el desarrollo de energías renovables oceánicas. Los océanos tienen un gran potencial para la generación de energía a través de fuentes como las corrientes marinas, las olas y las mareas. La promoción de estas energías limpias contribuye a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y a la mitigación del cambio climático.
La digitalización y el uso de tecnologías avanzadas también juegan un papel fundamental en la Economía Azul. La Inteligencia Artificial y el Big Data se utilizan para el monitoreo y la gestión de los recursos marinos, lo que permite una mejor comprensión de los ecosistemas y una toma de decisiones más informada. Asimismo, la tecnología ayuda a mejorar la eficiencia de las actividades marítimas y reduce el impacto ambiental.
En es sentido vemos como la digitalización ha llegado al entorno marítimo para desempeñar un papel crucial en la preservación de los recursos marinos y fomentar el crecimiento económico en las zonas costeras. Ejemplo de ello Minsait una compañía de Indra, en colaboración con la Fundación Europea para la Innovación y Aplicación de la Tecnología (INTEC), ha presentado el Informe Economía Azul y Blue Growth 2023.
La inclusión de tecnologías avanzadas marítimas y el uso de la Inteligencia Artificial serán claves para evolucionar los procesos en el ámbito marítimo. Estas tecnologías permitirán el monitoreo y la gestión eficiente de los recursos marinos, facilitando la recuperación de poblaciones de peces en peligro, impulsando el turismo sostenible y mejorando el impacto ambiental de estos espacios, entre otros beneficios.
El informe destaca la importancia de aprovechar el potencial económico de los océanos y sus recursos, promoviendo un enfoque más equilibrado y respetuoso con el medio ambiente para garantizar su conservación a largo plazo y evitar la sobreexplotación.
La Inteligencia Artificial se perfila como uno de los principales pilares para el futuro desarrollo sostenible en el ámbito marítimo. Gracias a esta tecnología, se podrá recopilar y analizar datos sobre los recursos marinos, lo que permitirá una mejor comprensión y gestión de los mismos. Además, la Inteligencia Artificial permitirá la optimización de las operaciones acuícolas, mejorando así la eficiencia y el impacto ambiental de la actividad.
El informe también resalta la importancia de promover la pesca sostenible y el turismo de calidad en las zonas costeras. Para lograrlo, es esencial incentivar modelos de gestión responsable que garanticen la conservación de las poblaciones de peces y su reproducción, implementando medidas como cuotas y tamaños mínimos de capturas, así como la creación de áreas protegidas para facilitar la recuperación de especies en peligro.
“El sector de Blue Growth y de la Economía Azul es donde España puede ejercer un gran liderazgo, una magnífica oportunidad para crecer con la ayuda de la tecnología y hacerlo de forma más sostenible. Tenemos empresas tractoras a nivel mundial y debemos ser líderes en la implantación de la tecnología y de la inteligencia artificial para potenciar nuestras posibilidades” ha afirmado Juan Francisco Delgado, vicepresidente ejecutivo de la Fundación Europea para la Innovación (INTEC).
España, con su amplia costa y la presencia de varias regiones autónomas con actividad marítima, es uno de los países más importantes de Europa en términos de Economía Azul. El país cuenta con empresas innovadoras y ha llevado a cabo proyectos de investigación y desarrollo en el sector. La Economía Azul ofrece un enfoque prometedor para aprovechar de manera sostenible los recursos marinos y generar crecimiento económico, abordando los desafíos ambientales para garantizar su preservación.
La colaboración entre entidades públicas y privadas será clave para impulsar la digitalización en el mar y promover el desarrollo sostenible en el entorno marítimo.
