Contar con canchas públicas de golf como una estrategia integral no solo ofrece oportunidades de práctica para los entusiastas del golf, sino que también tienen impactos positivos en el bienestar social, económico y ambiental de la región.
La introducción de canchas públicas de golf en entornos municipales no solo democratiza el acceso a este deporte, sino que sirve como catalizador para el desarrollo local al generar flujos económicos a través de tarifas de uso y actividades asociadas. Este fenómeno, impulsado por la afluencia de golfistas locales y turistas, se traduce en un aumento del comercio local y la creación de empleo. La planificación de estas instalaciones debe considerar cuidadosamente su capacidad para convertir al municipio en un destino turístico competitivo.
La práctica del golf conlleva beneficios para la salud física y mental de los residentes locales. Las canchas públicas actúan como facilitadoras de la actividad física, contribuyendo a la prevención de enfermedades relacionadas con la inactividad. Además, el componente social del golf promueve la cohesión comunitaria y la integración intergeneracional, mejorando la calidad de vida de la población.
La sostenibilidad ambiental en instalaciones de golf públicas es un imperativo. La planificación debe incluir estrategias de gestión de recursos como la optimización del uso del agua, la selección de vegetación adecuada y la implementación de tecnologías respetuosas con el entorno. La integración efectiva con el entorno natural asegura beneficios a largo plazo tanto para el municipio como para el ecosistema circundante.
En este sentido en las Islas Baleares y en el marco de la Gala Anual de la Federación Balear de Golf (FBG) su presidente Bernardino Jaume, resaltó la vital importancia de contar con una cancha pública de prácticas con hoyos cortos para impulsar el continuo crecimiento del golf en Baleares e hizo hincapié en que la mayoría de las comunidades autónomas en España ya disponen de esta infraestructura.
El presidente de la Federación subrayó la relevancia económica del golf en la región, destacando su constante ascenso en Baleares y su compromiso con la sostenibilidad. Jaume afirmó que la FBG ha trabajado en estrecha colaboración con las autoridades locales y regionales, y que ahora es el momento de materializar los esfuerzos previos en la creación de la cancha de prácticas pública.
Además, Jaume anunció con orgullo que la Federación cerró el año 2023 con más de 8,300 licencias, estableciendo un récord histórico que refuerza la dinámica de crecimiento iniciada hace 8 años. Este logro, según Jaume, es resultado de iniciativas de promoción exitosas, como #Golfparatodos, que acerca el golf a la sociedad balear de manera efectiva.
En cuanto a competiciones, se llevaron a cabo 54 torneos locales durante el 2023, con la participación de más de 4,500 jugadores en diversos circuitos y campeonatos. La FBG ha demostrado su compromiso con la promoción del golf en colegios, un programa que augura resultados prometedores a largo plazo.
Bernardino Jaume destacó la participación continua como patrocinadores del Challenge Tour durante cinco años consecutivos, consolidando a Mallorca en el mapa internacional del golf. El evento, según Jaume, ha tenido un impacto mediático significativo, con una audiencia televisiva de más de 253 millones de espectadores en la última edición.
La Gala Anual también sirvió como escenario para otorgar reconocimientos, destacando a figuras como Nuria Iturrioz Servera y Lucía López Ortega, así como a Eustaquio Lorite, caddy master de Arabella Golf, por su destacada trayectoria profesional.
El evento concluyó con un cóctel y una rifa benéfica cuyos fondos se destinarán a Sonrisa Médica, una asociación sin ánimo de lucro que ofrece acompañamiento de Payasos de Hospital a pacientes, consolidando la FBG no solo como líder en el deporte, sino también como un agente activo en el ámbito social.