La rentabilidad de los hoteles ha experimentado un verano excepcional ¿Pero qué sucederá si continúan aumentando sus precios? 

Los datos proporcionados por el proveedor de inteligencia de viajes Mabrian revelan que en agosto, los precios promedio de los hoteles aumentaron un 16,75% en Europa, un 48,5% en Asia y un asombroso 64,03% en Norteamérica en comparación con 2019.
Hotel Turísmo Mallorca Imagen © ibeconomia 2023

Los hoteles españoles han experimentado un verano excepcional, marcado por un aumento récord de la demanda nacional y una recuperación parcial del turismo internacional. Según los datos proporcionados por Exceltur, el gasto de los turistas durante la temporada estival fue un 3,4% mayor que en el verano de 2019, justo antes del embate de la pandemia. Además, España ha recuperado el 88% de los viajeros que solían llegar en septiembre de 2019. En términos económicos, el sector turístico ingresó la impresionante cifra de 42.632 millones de euros durante el verano, superando en 4.700 millones lo previsto.

Este incremento en la actividad turística ha tenido un impacto directo en la rentabilidad de los establecimientos hoteleros. Durante el primer trimestre del año, los ingresos por habitación disponible se dispararon en un asombroso 210% en comparación con el año anterior. En algunas regiones de España, como la costa de Asturias, Huelva o Lugo, los hoteles facturan ahora hasta un 17% más que en 2019. Además, el precio medio de las habitaciones se ha elevado un 40% durante ese mismo periodo.

Este florecimiento de la industria turística se atribuye a varios factores clave. Por un lado, la restricción de los viajes internacionales ha llevado a que muchos españoles opten por disfrutar de sus vacaciones dentro del país. Según el Banco de España, aproximadamente un 60% de lo que antes se gastaba en el extranjero se ha redirigido hacia destinos nacionales, lo que se traduce en alrededor de 5.000 millones de euros adicionales inyectados en la economía española. Por otro lado, la gradual reapertura de las fronteras y el avance de la vacunación han impulsado la llegada de turistas extranjeros, en particular, aquellos provenientes de mercados emisores como Reino Unido, Alemania y Francia.

Los hoteles, siendo conscientes de la nueva dinámica, han demostrado su capacidad para adaptarse a las circunstancias y ofrecer experiencias únicas y de alta calidad que justifiquen los precios más elevados. En palabras de Gareth Matthews, director de marketing de Didatravel, un proveedor mundial de distribución de viajes, «los viajeros están dispuestos a pagar más, pero esperan recibir un valor correspondiente a su inversión. Si un establecimiento no cumple con esas expectativas, es más probable que los clientes dejen críticas negativas o que simplemente no vuelvan. La gente busca un mayor retorno de su dinero y espera que los precios más altos se reflejen en el servicio que reciben».

La tecnología y la innovación también han sido piezas clave para enfrentar los desafíos del sector. Según Christian Sabbagh, del grupo SaaS Travelsoft, «las agencias de viajes y terceros pueden desarrollar nuevas estrategias para ayudar a los clientes a encontrar ofertas excepcionales sin dejar de ser competitivos en términos de precios. Además, dado que la demanda de los clientes sigue en crecimiento, los proveedores pueden expandir sus servicios mediante enfoques innovadores, como modelos de precios dinámicos o programas de fidelización que recompensen a los usuarios que reserven múltiples estancias en propiedades afiliadas».

A pesar de este panorama prometedor, el sector turístico español es consciente de que los desafíos aún persisten, y se requiere un esfuerzo constante para consolidar la calidad y la competitividad del destino España.

¿Pero qué sucederá si los hoteles españoles continúan aumentando su rentabilidad? 

En un escenario positivo, un aumento sostenido de la rentabilidad podría traducirse en una mejora continua de la calidad y la competitividad de la oferta hotelera. Esto atraería a más turistas dispuestos a pagar precios más altos por experiencias únicas y de alto valor agregado. Los hoteles podrían invertir en innovación, sostenibilidad, digitalización y personalización, además de diversificar sus servicios y productos para fidelizar a los clientes. Esto beneficiaría tanto al sector turístico en su conjunto como al país en términos de ingresos, empleo y reputación.

En un escenario negativo, un aumento excesivo en la rentabilidad podría resultar en una pérdida de competitividad frente a otros destinos más económicos o con una mejor relación calidad-precio, como Italia, Grecia o Turquía. Los turistas podrían sentirse estafados o insatisfechos con el servicio recibido, lo que podría llevar a una disminución en la ocupación, la demanda y los ingresos. Esto obligaría a los hoteles a bajar los precios o a recortar gastos, afectando la calidad y el empleo, lo que a su vez tendría un impacto negativo en la imagen del sector turístico y en el desarrollo del país.

Un escenario intermedio podría verse en un ajuste de la rentabilidad para mantener un equilibrio entre rentabilidad y ocupación, basado en la evolución del mercado, la demanda y la competencia. Los hoteles podrían ajustar sus precios de acuerdo con la temporada, el segmento de mercado o el canal de venta, buscando un equilibrio entre rentabilidad y ocupación. Los turistas seguirían eligiendo España como destino, siempre que percibieran un valor adecuado por lo que pagan. Los hoteles podrían mantener o mejorar su calidad y su oferta, sin dejar de ser competitivos y atractivos. Esto mantendría al sector turístico y al país en una situación de crecimiento sostenible y equilibrado.

Estos son solo ejemplos de posibles escenarios, y hay numerosos factores que pueden influir en el futuro del sector hotelero, como la situación sanitaria, el entorno económico, las políticas públicas o las preferencias de los consumidores. Lo importante es que los hoteles sean conscientes de los retos y las oportunidades que se presentan y que se adapten a las nuevas circunstancias con inteligencia y creatividad.

¿Pero, qué opinan los expertos?

La subida de las tarifas hoteleras plantea preguntas importantes en el mundo del turismo. Desde el inicio de la pandemia, los precios de las habitaciones de hotel han experimentado un aumento considerable y este verano, los viajeros se encontraron pagando tarifas que superaban con creces las de 2019, un año antes de que la pandemia afectara a la industria de viajes. Los datos proporcionados por el proveedor de inteligencia de viajes Mabrian revelan que en agosto, los precios promedio de los hoteles aumentaron un 16,75% en Europa, un 48,5% en Asia y un asombroso 64,03% en Norteamérica en comparación con 2019.

Este escenario plantea preguntas importantes: ¿se mantendrá esta tendencia alcista o desaparecerá gradualmente a medida que disminuyan los «viajes de venganza»? ¿Cuándo los precios muy altos se volverán contraproducentes debido a que los huéspedes se sientan estafados y decidan no regresar? Y, por último, ¿cuál es el papel de la tecnología y la innovación en la respuesta a estos desafíos?

Para obtener respuestas a estas preguntas, hemos consultado a expertos en toda la cadena de suministro de viajes. Christian Sabbagh, del grupo de software como servicio (SaaS) Travelsoft, propietario de plataformas de distribución como Traffics, Orchestra y Travel Compositor, sugiere que las agencias de viajes y terceros deben innovar para ayudar a los clientes a encontrar ofertas excepcionales sin sacrificar la competitividad en precios. Además, Sabbagh menciona que, a medida que la demanda de los clientes continúa creciendo, los proveedores pueden ampliar sus servicios con enfoques innovadores, como modelos de precios dinámicos o programas de fidelización que recompensen a los usuarios que reserven múltiples estancias en propiedades afiliadas.

Los expertos en gestión de ingresos hoteleros de BEONx advierten que los precios muy por encima de la media probablemente no sean sostenibles a largo plazo, incluso si los consumidores tienen el dinero para pagarlos. Alex Barros, director de Marketing e Innovación de BEONx, señala que la cuestión clave no es tanto el precio absoluto como la percepción del valor. Si un huésped ha experimentado previamente una estancia en un hotel a la mitad del precio y no observa un servicio doblemente satisfactorio, la marca del hotel sufre. Barros enfatiza la importancia de buscar formas adicionales de obtener beneficios de cada cliente, más allá del costo de la habitación. En este contexto, la tecnología juega un papel crucial.

Finalmente, Didatravel, un proveedor mundial de distribución de viajes, aboga por la diferenciación como estrategia clave. Gareth Matthews, Director de Marketing de la empresa, sostiene que, dado que la demanda de viajes es alta, los hoteles deben concentrarse en ofrecer experiencias únicas y de alta calidad para justificar los precios más elevados. Los viajeros están dispuestos a pagar más, pero esperan un valor proporcional en el servicio que reciben. En caso contrario, pueden dejar críticas negativas o, lo que es peor, optar por no regresar.

En medio de esta evolución en las tarifas hoteleras, la tecnología y la innovación desempeñan un papel crucial para ayudar al sector a mantener un equilibrio entre la rentabilidad y la satisfacción del cliente. A medida que la industria de viajes se adapta a estos desafíos en constante cambio, el futuro de las tarifas hoteleras seguirá siendo una incógnita que solo el tiempo y la creatividad de los actores involucrados revelarán por completo.

 

 

 

 

 

 

 

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