La Esencia Sostenible del Golf: El Rolex Challenge Tour Grand Final – Road to Mallorca, un ejemplo de cómo el golf y la sostenibilidad se entrelazan

El compromiso del Rolex Challenge Tour Grand Final - Road to Mallorca con la sostenibilidad no solo resalta la importancia de cuidar el medio ambiente, sino que también establece un ejemplo positivo para otros eventos deportivos, demostrando que el golf puede ser un motor para el cambio sostenible en la industria deportiva, uniendo el mundo del deporte con la protección del planeta y combinando excelencia deportiva con responsabilidad ambiental.
Golf Imagen © ibeconomia 2023

En medio de la serenidad de un campo de golf, la armonía entre el deporte y la naturaleza se hace evidente. Pero, en un mundo cada vez más consciente de la sostenibilidad, el golf se está transformando, comprometiéndose a reducir su huella ecológica y a conservar la belleza de su entorno.

En la gestión del agua, uno de los mayores desafíos en el golf, los campos han abrazado tecnologías de riego más eficientes y sistemas de control de humedad para reducir el consumo de agua. Algunos incluso han adoptado la reutilización de aguas residuales tratadas para el riego, aliviando la presión sobre los recursos hídricos locales y los costos de mantenimiento.

Los campos de golf, en su búsqueda de sostenibilidad, están abandonando gradualmente el uso excesivo de productos químicos. En lugar de mantener céspedes impecables, están incorporando plantas nativas y promoviendo la biodiversidad, creando así refugios para la fauna local y disminuyendo la necesidad de pesticidas y fertilizantes.

La energía renovable se ha convertido en una parte integral de esta revolución sostenible en el golf. Muchos campos están instalando paneles solares y turbinas eólicas para generar energía limpia y reducir las emisiones de carbono. Algunos incluso exploran soluciones de almacenamiento de energía para optimizar la eficiencia energética.

La educación es un pilar fundamental para promover prácticas sostenibles en el golf. Programas de formación conciencian a los golfistas, personal de mantenimiento y otros involucrados en la industria sobre la importancia de la sostenibilidad. Esto no solo fomenta un cambio de mentalidad, sino que también impulsa la adopción de prácticas responsables.

Algunos campos de golf buscan obtener certificaciones ambientales, como la norma ISO 14001, para demostrar su compromiso con la sostenibilidad. Estas certificaciones establecen estándares rigurosos para la gestión ambiental y la reducción de impactos negativos.

La sostenibilidad no solo beneficia al medio ambiente, sino que también puede ser una inversión inteligente para los campos de golf. La reducción de costos a largo plazo, el atractivo para golfistas conscientes del medio ambiente y la mejora de la relación con la comunidad local son algunos de los beneficios clave.

Ejemplo sobre como el golf y la sostenibilidad se entrelazan cada vez más nos encontramos con el  Rolex Challenge Tour Grand Final – Road to Mallorca que se celebra en el Golf de Alcanada en Mallorca, un evento que representa mucho más que solo golf. Reuniendo a las 45 principales promesas del golf europeo, este torneo prestigioso no es solo una exhibición de talento deportivo, sino también un faro que ilumina el camino hacia la sostenibilidad en el mundo del golf.

El evento cuenta con la participación de figuras destacadas, desde el conseller de Turismo, Cultura y Deportes del Govern balear, Jaume Bauzá, hasta la alcaldesa de Alcudia, Josefina Linares, pasando por el director del Challenge Tour, Jamie Hodges, el director de Golf Alcanada, Kristoff Both, y el presidente de la Federación Balear de Golf, Bernardino Jaume. La presentación de este torneo no solo destaca su alcance global y su influencia en la promoción de Mallorca en todo el mundo, sino también su compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente.

Jaume Bauzá, el conseller de Turismo, enfatizó cómo esta competición dejó una impresión positiva en la imagen de Mallorca al transmitirse en vivo en más de 167 países. Además, resaltó el compromiso del golf y del evento en particular con la sostenibilidad y el medio ambiente. Se anunciaron iniciativas para reducir las emisiones de CO2, como la plantación de un árbol por cada golpe directo al green en el hoyo 15, con un objetivo mínimo de 2,000 árboles. Esto fue un claro indicio del esfuerzo del evento por compensar su huella de carbono y contribuir a la conservación del entorno natural.

El conseller Bauzá subrayó que esta competición se ajustaba perfectamente a la estrategia del Govern balear, que buscaba promover eventos deportivos sostenibles y responsables con el medio ambiente. La alcaldesa de Alcudia, Josefina Linares, expresó su orgullo por haber acogido un evento deportivo de tal magnitud en su municipio.

Jamie Hodges, director del Challenge Tour, elogió las condiciones y recursos que Mallorca ofreció para albergar el Rolex Challenge Tour Grand Final, destacando que la isla fue un destino ideal para un evento de esta envergadura. Kristoff Both, director de Golf Alcanada, compartió la satisfacción de su club por haber sido la sede de la prueba final de esta prestigiosa competición, especialmente en el año del 20º aniversario del campo.

 

 

 

 

 

 

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