La deuda pública alcanza niveles récord. ¿Oportunidad o peligro? Descubre su impacto económico y las teorías a favor y en contra de destacados economistas.

La deuda de las administraciones públicas alcanzó los 1.613 mil millones de euros, el 109% del PIB, en marzo de 2024. Si bien la deuda pública puede ser una herramienta útil para estimular la economía del país, es crucial asegurar su sostenibilidad a largo plazo para evitar efectos adversos en la inversión pública, la confianza de los mercados y la estabilidad fiscal.
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Según datos del Banco de España en marzo de 2024, la deuda de las Administraciones Públicas (AAPP) en España ascendió a 1.613 mil millones de euros, lo que representa el 109% del Producto Interior Bruto (PIB) del país. Estos datos, obtenidos del avance disponible, indican un crecimiento interanual del 5,1% en el saldo de la deuda, según el Protocolo de Déficit Excesivo (PDE).

Desglosando las cifras, la deuda del Estado aumentó a 1.458 mil millones de euros, experimentando un notable incremento interanual del 6,9%. En contraste, las Otras Unidades de la Administración Central registraron un saldo de 39 mil millones de euros, lo que supone una disminución del 7,9% respecto al año anterior.

En cuanto a las Administraciones de Seguridad Social, su deuda se situó en 116 mil millones de euros, mostrando un incremento del 9,4% comparado con el mismo período del año anterior. Las administraciones territoriales también mostraron variaciones, con la deuda de las Comunidades Autónomas ascendiendo a 329 mil millones de euros, lo que refleja un crecimiento interanual del 2%. Por otro lado, la deuda de las Corporaciones Locales se incrementó ligeramente en un 0,5%, alcanzando los 23 mil millones de euros en marzo de 2024.

Finalmente, la consolidación de la deuda en el conjunto de las Administraciones Públicas, que incluye la deuda en poder de los diferentes subsectores que componen este sector, aumentó un 9,1% respecto al año anterior, alcanzando los 352 mil millones de euros.

La Elevada Deuda Española en 2024: ¿Oportunidad o Peligro?

En 2024, la elevada deuda puede convertirse en un verdadero peligro para la economía española. Con un volumen en máximos históricos, el fin de las compras del BCE, la recuperación de las reglas fiscales de Bruselas y los Presupuestos y las medidas anticrisis, la situación económica se presenta desafiante. Los economistas avisan: los mercados atacan a los países que tienen mayor deuda, entre los que se encuentra España. La deuda del conjunto de las Administraciones Públicas subió en 10.401 millones de euros en marzo respecto al mes anterior (+0,65%), alcanzando los 1.613.063 millones de euros, un nuevo máximo histórico.

Consecuencias Económicas de una Alta Deuda Pública en 2024

Si los préstamos se utilizan para financiar inversiones públicas, como infraestructura, estos gastos pueden aumentar el potencial de crecimiento de la economía a mediano plazo. Las inversiones en infraestructura, educación y tecnología pueden mejorar la productividad y, en consecuencia, el crecimiento económico pero también puede convertirse en un verdadero peligro para la economía española. El aumento de las tasas de interés reales a largo plazo, el descenso del crecimiento y el incremento de la deuda ejercerán presión sobre las tendencias fiscales y la estabilidad financiera a mediano plazo.

La adopción de medidas fiscales decididas y realistas que reduzcan gradualmente los niveles de deuda mundial a niveles más sostenibles podría ayudar a mitigar esta dinámica. Sin embargo, sin estas medidas, la economía podría enfrentar serias dificultades y un nivel excesivo de deuda pública puede llevar a un aumento de los costos de financiamiento, disminución de la confianza de los inversionistas y restricción de la capacidad del gobierno para implementar políticas fiscales expansivas en el futuro.

La Importancia de una Gestión Adecuada

Es importante recordar que la gestión de la deuda pública es crucial. Un manejo adecuado puede permitir que un país se beneficie de la deuda, mientras que una mala gestión puede tener graves consecuencias económicas. La deuda pública, cuando se maneja correctamente, puede ser una herramienta para impulsar el crecimiento y el desarrollo. Sin embargo, en ausencia de una gestión prudente, puede convertirse en una carga pesada que restrinja el progreso económico y social.

En resumen, 2024 se perfila como un año crítico para la economía española en términos de deuda pública. La necesidad de políticas fiscales prudentes y sostenibles es más urgente que nunca para asegurar la estabilidad económica y financiera del país.

Efectos sobre otros ámbitos de la economía

Estos datos evidencian un crecimiento generalizado de la deuda pública en casi todos los niveles de la administración, pero ¿Cuáles son sus efectos?

Impacto en la Inversión y el Gasto Público

Uno de los efectos más directos del alto endeudamiento es la limitación de la capacidad del gobierno para realizar inversiones en infraestructuras, educación, salud y otros sectores clave. Un elevado servicio de la deuda implica que una parte significativa del presupuesto se destina al pago de intereses, lo que reduce los fondos disponibles para otros gastos esenciales. Esto puede ralentizar el crecimiento económico a largo plazo, ya que la inversión pública es crucial para el desarrollo sostenible.

Confianza de los Mercados y Riesgo País

El nivel de deuda pública también influye en la percepción de riesgo de los inversores. Una deuda elevada puede llevar a una disminución de la calificación crediticia del país, aumentando los costos de financiamiento y dificultando el acceso a los mercados internacionales de capital. La confianza de los mercados es fundamental para mantener condiciones de financiamiento favorables y evitar crisis de deuda soberana, como la vivida en algunos países europeos durante la última década.

Políticas de Austeridad y Estímulo

Las medidas de austeridad implementadas para reducir la deuda han tenido efectos mixtos en la economía española. Por un lado, han contribuido a estabilizar las finanzas públicas y reducir los déficits fiscales. Sin embargo, también han generado críticas por su impacto negativo en el crecimiento económico y el empleo. La reducción del gasto público en momentos de recesión puede agravar la contracción económica, mientras que las políticas de estímulo pueden aumentar la deuda a corto plazo pero apoyar la recuperación económica.

Sostenibilidad Fiscal a Largo Plazo

La sostenibilidad de la deuda pública es una preocupación a largo plazo. Un nivel de deuda insostenible puede llevar a crisis fiscales y requerir ajustes dolorosos en el futuro. Las reformas estructurales, como la mejora de la eficiencia del gasto público y la ampliación de la base impositiva, son cruciales para garantizar que la deuda se mantenga en niveles manejables y no comprometa el crecimiento económico futuro.

Perspectivas Económicas de una deuda pública elevada: El gran debate entre grandes economistas

El debate sobre el nivel adecuado de deuda pública divide a los economistas en dos corrientes principales: aquellos a favor de una deuda elevada y aquellos en contra.

Economistas a Favor de una Deuda Elevada

  • John Maynard Keynes: Keynes argumentó que en tiempos de recesión económica, el gasto público financiado por deuda puede ayudar a estimular la demanda agregada, crear empleos y reactivar la economía. Según él, los gobiernos deberían gastar más durante las recesiones y acumular deuda si es necesario, para luego reducirla durante los tiempos de bonanza económica.
  • Paul Krugman: Krugman ha argumentado que los gobiernos deben aumentar el gasto público para combatir el desempleo y reactivar la economía, incluso si esto implica un aumento significativo de la deuda. Los beneficios de evitar una depresión prolongada superan los costos asociados a un mayor endeudamiento.
  • Joseph Stiglitz: Stiglitz señala que la deuda pública puede financiar inversiones productivas que promuevan el crecimiento económico a largo plazo. En un contexto de bajas tasas de interés, la deuda pública puede financiar infraestructuras, educación y tecnología, mejorando la productividad y la capacidad económica.
  • Stephanie Kelton: Defensora de la Teoría Monetaria Moderna, sostiene que los países que emiten su propia moneda pueden y deben utilizar la deuda pública para financiar el pleno empleo y el desarrollo económico sin preocuparse excesivamente por el tamaño de la deuda, siempre que la inflación esté bajo control.
  • Olivier Blanchard: Blanchard ha argumentado que niveles elevados de deuda pública pueden ser sostenibles si las tasas de interés están por debajo de la tasa de crecimiento económico. Los costos del servicio de la deuda son menores, permitiendo mantener niveles más altos de endeudamiento sin comprometer la sostenibilidad fiscal.

Economistas en Contra de una Deuda Elevada

  • Kenneth Rogoff: Rogoff y Carmen Reinhart sugieren que altos niveles de deuda pública pueden tener efectos negativos sobre el crecimiento económico. Cuando la deuda pública supera el 90% del PIB, el crecimiento económico tiende a ser más lento, y una deuda elevada puede llevar a una carga de intereses insostenible y limitar la capacidad de respuesta del gobierno a futuras crisis.
  • Carmen Reinhart: Reinhart ha encontrado que niveles altos de endeudamiento pueden estar asociados con un mayor riesgo de crisis financieras y que los países con grandes deudas tienen menos margen de maniobra para implementar políticas fiscales expansivas en tiempos de recesión.
  • Robert Barro: Barro sostiene que los déficits públicos financiados con deuda no tienen un efecto expansivo en la economía porque los agentes económicos anticipan futuros aumentos de impuestos para pagar esa deuda. Un aumento en la deuda pública simplemente cambia el momento del ajuste fiscal, pero no proporciona un estímulo real a la economía.
  • Niall Ferguson: Ferguson advierte que niveles elevados de deuda pueden llevar a una crisis de confianza, donde los inversores pierden la fe en la capacidad del gobierno para cumplir con sus obligaciones, desencadenando una crisis de deuda soberana. La acumulación de deuda puede llevar a una disminución de la inversión pública y privada.
  • Alberto Alesina: Alesina argumenta que los altos niveles de deuda pública pueden limitar la capacidad del gobierno para implementar políticas fiscales efectivas. La consolidación fiscal puede ser necesaria para restaurar la confianza de los inversores y estabilizar la economía, incluso si implica costos a corto plazo.

En definitiva, la deuda de las administraciones públicas representa un desafío complejo con múltiples dimensiones. Si bien puede ser una herramienta útil para estimular la economía en tiempos de crisis, su manejo prudente es esencial para evitar efectos adversos en la inversión pública, la confianza de los mercados y la sostenibilidad fiscal.

En lo que sí coinciden los mejores economistas es que las decisiones políticas y económicas tomadas hoy determinarán la capacidad del país para enfrentar futuros desafíos y mantener un crecimiento económico robusto y sostenible.

 

 

 

 

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