Josep Antoni Grimalt Morey, Ingeniero Industrial, CEO de GNGRUP "Las ingenierías y oficinas técnicas de Baleares necesitamos soluciones urgentes ante la crisis de competitividad"

La falta de mano de obra y la competencia entre convenios colectivos tensan el mercado laboral, obligando a las empresas a igualar salarios sin poder aumentar honorarios. La globalización y nuevas tecnologías permiten trabajar en remoto, pero la falta de estudios universitarios, altos costos de vida y problemas de infraestructura agravan la situación, haciendo urgente la necesidad de medidas para mejorar la competitividad del sector.
Josep Antoni Grimalt Morey CEO de GNGRUP Imagen © Ibeconomia.com 2024

En España, la formación académica de los ingenieros, arquitectos y de casi todo el personal técnico en el sector AECO (arquitectura, ingeniería y construcción) es muy amplia, con un gran abanico de salidas profesionales. Esto permite a los recién licenciados o diplomados elegir trabajar en empresas de muy diversa índole, por ejemplo, en empresas constructoras, promotoras, instaladoras, oficinas técnicas, organismos públicos, fondos de inversión, cadenas hoteleras, etc.

Las condiciones laborales de estos puestos de trabajo las marcará el convenio colectivo al que pertenezca la empresa que contrata. En el sector de la construcción intervienen varios convenios colectivos: el de la construcción, de las ingenierías y oficinas técnicas, el del metal, el de las grúas, de la industria de la madera, electricidad, fontanería, energía, entre otros.

Además, estos convenios pueden ser estatales, autonómicos, provinciales, interprovinciales, locales o incluso de la propia empresa si esta es grande. Un ejemplo de ello son los propios convenios de la construcción, que son de carácter autonómico y provincial. Las condiciones laborales varían de una zona a otra, en horas trabajadas y calendarios, pero lo que más llama la atención es la variación de las tablas salariales según la zona.

 

Fuente: GNGRUP

Los salarios del personal técnico superior de las Islas Baleares que trabaja en la construcción son un 78% más altos que los de Madrid, un 50% más que en Barcelona, un 43% más que en Vizcaya, un 128% más que en Sevilla y hasta un 149% más altos que en Badajoz. Estas diferencias pretenden recoger la idiosincrasia de la propia economía autonómica.

En cambio, el de ingeniería y oficinas técnicas es de carácter estatal. En él se acogen los despachos de ingeniería, arquitectura, project management, topografía, etc.

Fuente: GNGRUP

De esta manera, en la cadena de valor del sector de la construcción conviven convenios colectivos de carácter estatal con convenios autonómicos y provinciales. La complicación se inicia con la falta de mano de obra, en nuestro caso, falta de personal técnico, lo que hace que muchos de los trabajadores (no todos) que cabalgan entre varios convenios elijan el que presenta mejores condiciones salariales. Como consecuencia directa, se tensa el mercado laboral y obliga al resto de empresas acogidas a otros convenios a tener que igualar los salarios para atraer a estos trabajadores.

Las oficinas técnicas, arquitecturas e ingenierías se ven obligadas a aumentar los salarios y asumir un gran incremento de costes de personal que muy difícilmente se repercute en las ventas de estas empresas. En el caso de las Islas Baleares, las ingenierías tienen que igualar salarios al convenio de la construcción, que es el más alto de España.

Fuente: GNGRUP

Si queremos contratar personal técnico superior, tenemos que incrementar los salarios un 103,88%, y si queremos contratar personal técnico medio, tenemos que incrementar los salarios un 104,3%. Tenemos que literalmente doblar los salarios de nuestros trabajadores sin poder aumentar nuestros honorarios.

La situación se tensa todavía más con la globalización del sector, que ha propiciado que los clientes trabajen con equipos de otras regiones y de otros países con contratos marco. Y con la irrupción de las nuevas tecnologías que permiten trabajar en remoto en otras zonas, mercados o países. Estos avances permiten a ingenierías y arquitectura de toda España trabajar en remoto en proyectos en las Islas o incluso desplazar sus propios equipos, empadronarlos telemáticamente y, durante lo que dure la obra, tener el descuento aéreo de residente.

Evidentemente, estoy totalmente de acuerdo en que esto es positivo y bueno para los clientes, para el mercado y para el sector en general. Pero, de alguna manera, si queremos sobrevivir se nos debe ayudar a ser competitivos y tener las mismas condiciones que los demás.

La falta de estudios universitarios en las islas, problemas para encontrar vivienda, coste de nivel de vida desorbitado, carencias en transporte público, masificación en verano y, como colofón a todo esto, el coste del personal técnico al doble que el resto de España. No sé yo… dudo mucho que se nos ayude, por lo tanto, o aunamos fuerzas y nos reinventamos, o tenemos fecha de caducidad.

 

Josep Antoni Grimalt Morey
Ingeniero Industrial y CEO de GNGRUP

 

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