Se dice que únicamente el 25% de las empresas familiares sobreviven a la segunda generación y que la estadistica baja al 10% si llegan a la tercera, con Francisco Vidal Palomero el Grupo Autovidal ya cuentan con un miembro de la quinta generación por lo que están rompiendo toda estadística.
¿Cuál es vuestro secreto?
«Bueno, yo creo que el secreto está en el relevo generacional de forma escalonada. Es decir, nunca vamos a tener una transición generacional directa. En las empresas familiares, hay veces en las que 2 o 3 generaciones trabajan a la vez. Por lo tanto, esos valores y ese know how tan característico de cada empresa se va trasladando poco a poco a las siguientes generaciones. Además, las generaciones que se sitúan en el ejecutivo desarrollan planes estratégicos generacionales, en el que estipulan algunos requisitos necesarios para que un miembro familiar pueda tener la oportunidad de escalar dentro de la compañía.
Es también importante remarcar que una empresa familiar es como un árbol, y los árboles hay que podarlos. Hay muchas empresas familiares que cuentan con muchos accionistas, y las decisiones se toman de forma muy lenta, o directamente no se toman, llevando a las empresas a una situación desventajosa frente a su competencia.
En nuestro caso, ha habido dos generaciones que han hecho esa “poda” y creo que ahí se encuentra la clave del éxito de nuestra empresa, ya que eso ha permitido siempre tomar decisiones de forma clara y directa, sin necesidad de la aprobación de otros accionistas.»
Hablemos de Wattzer ¿en qué consiste su actividad?
«Wattzer es una plataforma de movilidad sostenible para hoteles; y nace con la finalidad de dar un servicio 360º a clientes de hoteles en Mallorca. Nosotros les instalamos unas estaciones dentro del hotel donde los clientes pueden alquilar patinetes, bicicletas, motos y coches; todos ellos 100% eléctricos y conectados a través de una app. Lo realmente novedoso de nuestro servicio, es que la recepción del hotel no tiene que intervenir. Por decirlo de alguna manera, el servicio es 100% autónomo»
¿Cómo le surgió la idea?
«Yo hace unos años vivía en Madrid, y ahí las empresas de carsharing pegaron muy fuerte. Recuerdo que lo hablaba con mi padre y con mis tías, con entusiasmo. A mi siempre me había parecido un servicio con un valor muy grande, ya que permitía a la gente de una ciudad moverse con un vehículo, pero sin tenerlo en propiedad.
Fue en ese momento cuando mi padre me comenzó a motivar para aprender sobre este nuevo modelo de negocio, y juntos íbamos descubriendo muchas cosas interesantes. Yo en Madrid he sido usuario de muchas compañías de vehículos de alquiler compartido, y francamente, soy un fan. Me parece la mejor idea del siglo
Sin embargo, Palma es muy complicada. Las ordenanzas de movilidad que han impuesto desde el ayuntamiento son muy restrictivas con los vehículos de alquiler. Por lo tanto, por mucho que uno quiera, en Palma este modelo de negocio es ilegal, no puede ejecutarse ya que no se pueden estacionar vehículos de alquiler en las calles sin un contrato de alquiler vigente.
Por lo tanto, ahí es cuando mi padre, mis tías y yo, comenzamos a pensar como podríamos montar lo mismo que había en las grandes ciudades pero de una manera viable. De ahí nació realmente la idea, entre todos dimos con un método que creíamos que iba a ser muy interesante ya que en este caso apuntamos a una población flotante muy importante de turistas en Mallorca»
¿Cómo fueron sus inicios?
«Yo trabajaba en Madrid para una compañía inmobiliaria, en el área de contabilidad. Fue difícil decir adiós a esa etapa de mi vida, pero lo hice con firmeza ya que la oportunidad que se me presentó para liderar el proyecto era única, había que tomar la decisión.
Fue ahí cuando volví a Mallorca para comenzar a estructurarlo todo, buscar proveedores, y hacer el estudio de viabilidad económica del proyecto.
No te voy a engañar, nuestro primer año fue muy complicado, tuvimos problemas con los tiempos de entrega de los materiales, y muchos retos que sobrepasar. Fue duro, pero ahora miro atrás y me siento orgulloso de lo que hemos conseguido entre todos».
¿Qué papel juega la tecnología en el negocio?
«La tecnología es el pilar fundamental de nuestra empresa, es por lo que todo es posible. Sin la tecnología que tenemos, el proyecto jamás hubiera sido viable técnicamente hablando. Puedo presumir de que tenemos una tecnología muy potente, trabajamos con proveedores tecnológicos de alto nivel que nos empujan a tener un servicio de buena calidad».
¿Cuál es el perfil de sus clientes?
«El 99,9% de nuestros clientes son extranjeros, en concreto de la unión europea. Aunque parezca surrealista, tenemos clientes de casi todas las edades. En concreto desde los 16 años hasta los 69 años. Abundan mas los clientes Alemanes y Britanicos».
¿Cómo es el trato con su equipo de trabajo?
«Realmente, Wattzer es una empresa que nace del grupo Autovidal, por lo que nos hemos apoyado muchísimo en la estructura ya existente. Al fin y al cabo, Wattzer es una start-up que nace de Autovidal, por lo que solemos decir que somos una start-up con 100 años de experiencia. El trato con los equipos de trabajo es muy bueno, creo que todos hemos podido sacar nuestro lado mas creativo».
Salimos de una crisis sanitaria y entramos en otras ¿Cómo les puede afectar, o como les afecta ya la guerra de Ucrania, la inflación y la crisis energética?
«Bueno, efectivamente estamos ante una situación que está impactándonos de lleno. La tecnología esté envuelta de semiconductores, y nosotros no somos la excepción. Todos nuestros vehículos tienen microchips que nos ayudan a monitorizarlo todo. Sin embargo, nosotros hicimos una compra muy grande de vehículos, anticipándonos a esta situación, por lo que en esta área no sufrimos tanto. Lo que si nos impacta directamente es la inflación y la subida generalizada del precio de la energía, que encarece todos los materiales e incluso algunos servicios informáticos que demandamos, ya que los servidores consumen un nivel de electricidad muy elevado.
No obstante, debemos empezar a acostumbrarnos a este tipo de incertidumbre, debemos calcularlo todo y cuestionarlo todo. Estas situaciones que estamos viviendo han llegado para quedarse, y no debemos darles la espalda».
Además de seguir creciendo, ¿cuáles son tus próximos planes de futuro?
«Mis planes de futuro están en el Grupo Autovidal, sería un honor para mí poder seguir desarrollándome como profesional dentro del grupo y seguir aprendiendo de la gran experiencia de mi abuelo, mi padre, y mis tías. Además, me llena de satisfacción poder aportar mi pequeño granito de arena a la historia de nuestra empresa familiar, eso es sin duda el mayor de los placeres.
Wattzer es parte de nuestros planes de futuro pero estamos constantemente estudiando las nuevas formas de movilidad. Al final, intentamos adaptarnos a las necesidades del mercado y de los clientes, para poder seguir proporcionándoles nuestros productos y servicios de movilidad».
¿Qué les está aportando liderar el proyecto, tanto a nivel personal como profesional?
«Creo que todos hemos aprendido muchísimo con la iniciativa de Wattzer, hemos sacado nuestro lado más creativo y nuestro perfil mas riguroso para la elaboración de todos los estudios. Sin duda, ha sido un ejercicio muy enriquecedor que nos ha hecho a todos pensar fuera de la caja, y creo que eso es lo que tiene el mundo empresarial, que hay que estar constantemente pensando en nuevas maneras de llegar al cliente y de dar el mejor servicio posible».
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