El bienestar emocional se ha consolidado como un activo intangible estratégico para las organizaciones modernas. En un entorno marcado por la incertidumbre, la volatilidad económica y los cambios constantes, la capacidad de las personas para gestionar sus emociones se ha convertido en un factor determinante para optimizar el talento, reducir riesgos operativos y construir entornos laborales más saludables y productivos. Hoy, integrar estas competencias en la estrategia empresarial no es una tendencia, sino una necesidad para cualquier organización que aspire a mantenerse competitiva y sostenible.
En este contexto, iniciativas como Despertar Emociones, celebrada en Palma, evidencian cómo la formación emocional y el desarrollo personal pueden integrarse de forma natural en la nueva economía del bienestar. Estos encuentros demuestran que el aprendizaje emocional no solo transforma a las personas, sino que repercute directamente en la eficiencia, la cohesión y la capacidad adaptativa de las empresas.
Tres perspectivas para navegar la incertidumbre
Bajo el lema “Navegar en la incertidumbre”, Despertar Emociones ha reunido a referentes del ámbito emocional y psicológico que aportan herramientas aplicables tanto a nivel personal como profesional. Sus enfoques, complementarios entre sí, ofrecen una visión amplia de cómo afrontar los retos del presente:
• Pedro García Aguado, exdeportista olímpico y coach, profundiza en la resiliencia como motor de transformación. A partir de su recorrido vital y profesional, destaca el valor de la disciplina, los hábitos y el acompañamiento como pilares para superar momentos de crisis y reorientar la vida hacia objetivos sostenibles.
• Patri Psicóloga, divulgadora referente y premiada como mejor comunicadora en redes, aporta estrategias prácticas para regular emociones, tomar decisiones con claridad y fortalecer la estabilidad emocional en escenarios cambiantes. Su enfoque conecta especialmente con el día a día de empresas y trabajadores.
• Paz Padilla, actriz y coach, introduce el humor y la vulnerabilidad como herramientas de crecimiento. Su visión invita a aceptar las transiciones personales y profesionales como ciclos naturales, abriendo la puerta a la reinvención y a una relación más amable con la propia trayectoria.
Estas perspectivas evidencian que el bienestar emocional no es un recurso accesorio, sino una competencia transversal con impacto directo en el rendimiento, la creatividad y la capacidad de adaptación de equipos y organizaciones.
El valor económico del bienestar emocional
La evidencia económica es contundente. Hoy sabemos que el bienestar emocional es un motor productivo y un factor clave para la sostenibilidad empresarial:
• Las bajas por incapacidad temporal en España suponen 81.574 millones de euros, aproximadamente el 5,4 % del PIB, un recordatorio claro del impacto que tienen los problemas emocionales y psicosociales en el sistema productivo.
• Según el III Estudio de Planes de Bienestar en la Empresa Española, el 62 % de las compañías ya sitúa la salud mental entre sus prioridades, incorporando programas de apoyo psicológico, formación emocional o medidas de flexibilidad laboral.
• El estrés, la ansiedad y las dificultades emocionales pueden reducir la productividad hasta en un 25 %, y generar pérdidas estimadas en 16.000 € por empleado al año debido al presentismo, absentismo y rotación.
• La OIT y múltiples estudios internacionales confirman que un clima laboral positivo basado en bienestar emocional y salario emocional impulsa la resiliencia corporativa, la innovación, la fidelización del talento y la motivación interna.
Así, invertir en bienestar emocional deja de ser una acción complementaria para convertirse en una decisión estratégica con retorno económico claro: mejora la productividad, reduce costes y fortalece la capacidad de adaptación ante los desafíos futuros.
Despertar Emociones: un puente entre aprendizaje y transformación
Despertar Emociones, impulsado por Cristina Gómez, directora de Mallorca Emotions, nació en 2016 con el propósito de acercar el crecimiento personal a un público amplio y diverso. Desde entonces ha reunido a referentes como Mario Alonso Puig, Víctor Küppers, Irene Villa o Álex Rovira, consolidándose como uno de los eventos más influyentes en el ámbito del desarrollo personal y profesional en España.
A lo largo de su trayectoria, el evento ha demostrado que el bienestar emocional genera un doble impacto: mejora la calidad de vida de quienes participan y, al mismo tiempo, contribuye a crear organizaciones más humanas, más eficientes y mejor preparadas para afrontar escenarios complejos. La gestión emocional, la resiliencia y la adaptación dejan de ser habilidades blandas para convertirse en competencias clave en la economía del futuro, donde la sostenibilidad humana será un factor tan relevante como la sostenibilidad económica.
