En los últimos años, se ha observado un movimiento global en respuesta a la creciente preocupación por el cambio climático. Activistas de diversas organizaciones y movimientos han emprendido acciones enérgicas para llamar la atención sobre la urgencia de abordar este problema ambiental y ejercer presión sobre los gobiernos y las empresas para que tomen medidas concretas.
Estos activistas están firmemente comprometidos con la protección del medio ambiente y buscan crear conciencia sobre los impactos devastadores del cambio climático en nuestro planeta llevando a cabo una serie de acciones para difundir su mensaje y lograr cambios significativos en las políticas y prácticas que contribuyen al calentamiento global.
Además de las manifestaciones públicas, los activistas también utilizan las redes sociales y los medios de comunicación para difundir su mensaje. A través de videos virales, campañas en línea y el uso de hashtags, logran llegar a una audiencia global y movilizar a personas de todo el mundo para que se unan a la lucha contra el cambio climático.
En los últimos tiempos, hemos sido testigos de una serie de sabotajes llevados a cabo por activistas ambientales en campos de golf.
Uno de los principales motivos detrás de estos sabotajes es el alto consumo de agua que requieren los campos de golf para mantener su césped en condiciones óptimas en lugares donde el agua es un recurso escaso, este derroche de agua es considerado inaceptable por los activistas.
En España, un grupo de estos activistas ha llevado a cabo una serie de acciones coordinadas en diferentes comunidades autónomas, incluyendo el campo de Golf de Ibiza. Bajo el lema «Als rics ni gota!» (A los ricos ni una gota), estos jóvenes anticapitalistas difundieron un video a través de las redes sociales en el que se puede ver a individuos cavando en el césped de un campo de golf para luego «sembrar» vegetales y hortalizas en el terreno.
En este sentido los clubes afectados, no entienden ser foco de estos ataques y condenan estos actos, en el caso concreto de las Islas Baleares sus Federaciones y asociaciones recuerdan que actualmente todos los campos de golf de la comunidad se riegan exclusivamente con agua depurada proveniente de las estaciones depuradoras de aguas residuales. «Si esta agua no se utilizara en los campos de golf, se vertería al mar» declaran. De esta manera, los campos de golf contribuyen a convertir un potencial residuo en un recurso valioso.
Afirman que la sequía que hemos experimentado en los últimos tiempos preocupa tanto a los campos de golf como a cualquier otro colectivo. Sin embargo, el riego en los campos de golf no guarda relación alguna con la situación de sequía que afecta a nuestro país y, específicamente, a nuestra comunidad.
Finalmente, aluden al indudable el compromiso de todos y cada uno de los campos de golf de la comunidad, así como de la Federación Balear de Golf y la Asociación de Campos de Golf de Mallorca, ya que además del uso de agua depurada, los clubes están implementando diversas medidas a favor del medio ambiente y la sostenibilidad. Estas medidas incluyen la instalación de placas fotovoltaicas, la reducción progresiva del uso de plásticos, la disminución de las zonas de riego, el uso de sistemas de riego más eficientes y la elección de variedades de césped que requieren menos agua…
Como colectivo, reafirman su compromiso con el uso responsable del agua y la implementación de medidas sostenibles en los campos de golf, trabajando constantemente para minimizar su impacto y promover prácticas más sostenibles en beneficio de todos.
