Daniel Socías Florit, es fundador de Wiongo Robotics un emprendedor con una sólida formación en diseño e innovación, que se adentra en un mundo de versatilidad y dinamismo. Para él, su profesión no es solo un trabajo, sino una oportunidad constante para dar vida a nuevas ideas y hacer que cobren vida en el mercado.
En la percepción de Daniel, el éxito en este competitivo campo se basa en tres pilares fundamentales: el timing preciso, la ejecución impecable y, por encima de todo, la concepción correcta. Con cada proyecto, busca el momento justo para lanzar sus ideas, asegurándose de que estén perfectamente ejecutadas y, lo más importante, que la idea subyacente sea sólida y viable.
A lo largo de su trayectoria, Daniel ha tenido un apoyo constante en su vida, su padre, una figura que se ha convertido en su referente y guía. Los consejos de su padre siguen siendo invaluables en cada paso que da en su carrera profesional. A pesar de su juventud, los horizontes de Daniel son ilimitados y están por definirse por completo. Uno de sus anhelos más profundos es culminar su carrera en el ámbito de la política, donde ve un terreno fértil para hacer un impacto duradero y positivo.
El consejo que Daniel ofrece a aquellos que comienzan desde cero en el mundo empresarial es simple pero valioso: no temer al fracaso y abrazar el esfuerzo y la dedicación. Mantener una visión clara de los objetivos y trabajar incansablemente hacia ellos es su mantra.
A nivel personal, Mallorca es su lugar de nacimiento y, a pesar de poder elegir cualquier lugar en el mundo, es donde desea vivir. Para él, la imagen personal es esencial en el mundo empresarial, y se nutre de la inspiración que obtiene de su padre, a quien admira profundamente. Cuida meticulosamente su imagen, ya que considera que es una parte intrínseca de su marca personal.
En el ámbito culinario, su elección es el tumbet mallorquí, una delicia que nunca se cansa de disfrutar. En cuanto a la literatura, el libro «Startup» de Delan ha tenido un impacto profundo en su toma de decisiones y su enfoque diario, inspirándolo a seguir sus sueños empresariales.
En su tiempo libre, Daniel se sumerge en Idealista para explorar propiedades, ya que es un apasionado del mundo inmobiliario. Además, se dedica a explorar diversos tipos de negocios, manteniendo su mente inquieta y curiosa. Pero más allá de sus intereses profesionales, valora el tiempo que pasa con sus seres queridos y disfruta de la compañía de amigos y familiares.
Ante la pregunta definitiva de si prefiere perros o gatos, Daniel es rotundo: «perros», en particular, los Golden Retrievers, a los que tiene un cariño especial. Si tuviera la capacidad de hacer un cambio significativo en el mundo, no dudaría en dirigir sus esfuerzos a la erradicación de la pobreza, un objetivo noble que refleja su deseo de impactar positivamente en la sociedad y mejorar la vida de quienes más lo necesitan.
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