La economía de las Islas Baleares experimentó un crecimiento destacado durante el primer trimestre de 2023, alcanzando un sólido incremento del 6,4%. Este resultado representa un paréntesis en la fase de desaceleración que ha caracterizado el año 2022, evidenciando una reactivación del ritmo de crecimiento económico. El informe de Evolución Económica correspondiente al primer trimestre, presentado por la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), revela una mejora significativa en la actividad económica de la región.
El crecimiento de Balears durante el primer trimestre (+0,3% en comparación con el trimestre anterior, que registró un avance del 6,1%) se vio impulsado por la relajación de algunos factores condicionantes a nivel global. Estos resultados indican que la región está progresivamente cerrando la brecha provocada por la pandemia, situándose ahora a tan solo -3,2 puntos porcentuales por debajo de los niveles de actividad previos al COVID-19.
En cuanto al desglose por islas, destacó el sólido crecimiento de las Pitusas, Eivissa y Formentera, que experimentaron un incremento del 7,1% en el primer trimestre de este año. Les siguieron Mallorca, con un crecimiento del 6,3%, y Menorca, con un avance del 5,8%. Estos datos reflejan el buen desempeño económico de las diferentes islas del archipiélago.
El conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, comentó con optimismo sobre esta tendencia de crecimiento: "Si esta dinámica se mantiene, a finales de 2023 lograremos recuperar por completo el PIB que la economía balear tenía en 2019″. Estas perspectivas alentadoras apuntan hacia una pronta recuperación económica y el fortalecimiento continuo de la región.
El informe también destaca el alineamiento de la economía balear con la tendencia de crecimiento de la economía española, que también experimentó una aceleración en el primer trimestre de 2023 (3,8% frente al 2,9% del trimestre anterior). Además, se logró revertir completamente el impacto negativo de la pandemia en los niveles de actividad previos al COVID-19, marcando una clara mejoría.
Todos los sectores de actividad en las Islas Baleares lograron sortear un contexto internacional desafiante, con un equilibrio de riesgos a la baja. El sector servicios registró un avance del 6,8%, impulsado por la finalización de la campaña navideña sin restricciones y la progresiva normalización de la actividad. Por su parte, la industria experimentó un crecimiento del 1,9%, beneficiada por la relajación de las cadenas de suministro globales y la moderación de los costes de producción. La construcción también mantuvo su actividad por encima de los niveles prepandemia, con un crecimiento del 5,8%.
En términos de empleo, la región generó nuevos puestos de trabajo a un ritmo acelerado durante el primer trimestre, con un crecimiento del 5,4%. Estos datos superan los indicadores a nivel nacional, demostrando la resiliencia y el impulso del mercado laboral balear. A finales de marzo, se alcanzó un nuevo máximo histórico de 510.932 trabajadores registrados en la Seguridad Social, superando incluso los niveles de empleo durante las temporadas de verano de hace una década.
Si bien la demanda externa contribuyó positivamente al crecimiento económico en los primeros meses del año, impulsada por el récord en la exportación de servicios turísticos y el superávit en la balanza de bienes industriales y agroalimentarios, se observó una desaceleración en la demanda interna. Los precios energéticos en descenso y la solidez del mercado laboral no pudieron contrarrestar la disminución del consumo privado, que ha experimentado un declive desde el segundo trimestre de 2022.
A pesar de estos logros y perspectivas alentadoras, la economía balear se enfrenta a desafíos significativos. La persistencia de la inflación, la incertidumbre económica y el endurecimiento de las condiciones de acceso a la financiación podrían afectar tanto las decisiones de consumo de las familias como las inversiones empresariales. Los riesgos a la baja plantean un posible empañamiento de la temporada alta récord que se avecina.
En resumen, la economía de Balears ha experimentado un repunte durante el primer trimestre de 2023, superando la fase de desaceleración. Estos resultados alentadores indican un camino hacia la recuperación económica total y muestran la resiliencia de las Islas Baleares en el contexto global. A pesar de los desafíos que se presentan, la región sigue trabajando arduamente para avanzar en la normalización de la actividad y aprovechar el impulso generado por el sector turístico durante la próxima temporada alta.
