Al fin ha finalizado el culebrón Djokovic después que el Tribunal Federal Australiano denegara la apelación del tenista serbio y decidiera mantener la decisión del Gobierno de retirar el visado del balcánico. La decisión del Tribunal, compuesta por tres jueces, ha sido unánime. El serbio deberá abandonar el país y no podrá disputar el Open de Australia.
Desde el 6 de enero hasta hoy muchas han sido las opiniones vertidas respecto del caso.
El caso Djokovic tiene un solo culpable y este no es otro que el propio Nole.
- Siendo respetable su decisión de no vacunarse, debe atenerse a las consecuencias de no hacerlo.
- Este no es un problema con el número 1 del mundo del tenis como muchos han argumentado, lo es con un ciudadano que no ha cumplido con las normas.
- Al incumplimiento relacionado con su viaje a Australia, se suman las incógnitas de sus test y las certezas de sus falsedades (viaje a España, ….) y la puesta en riesgo de terceros al asistir en los días siguientes a su positivo a actos con niños o la entrevista con un periodista de un medio francés.
- No debió viajar a Australia.
- Habiendo viajado a Australia y revocado el visado, consciente de todo lo anterior, debió irse de vuelta en lugar de enmarañar el asunto, crear crispación, dar alas a los negacionistas, ……..
- El sainete de su familia, con su padre y hermano al frente es intolerable.
- El mundo del tenis ha salido perdiendo, pero la responsabilidad es únicamente de Nole y su entorno (por mucho que Feliciano López o Tsisipas le presenten a él como víctima).
Está claro que algunos se creen por encima del bien y del mal y no es menos cierto que no pueden estar peor aconsejados.
Nole, un fenómeno deportivo (esto no lo duda nadie), ha sido un pésimo ejemplo para la sociedad en general y en particular para los más jóvenes.